Clamores

miércoles, 29 de enero de 2014

Arte

En mi deambular por las revistas de arquitectura, siempre recuerdo un estupendo libro que trata de la escalera, eso que sirve para subir y para bajar, ¡qué gran invento! la escalera posibilita pasar de un plano a otro, y por así decirlo se convierte en un invento hacia el infinito.

Es un poco como nuestra vida, que subimos escalones, sin saber si realmente hemos alcanzado el plano que deseábamos.

Desde pequeño me apasionaba ver publicaciones sobre arquitectura y leer los resúmenes de los artífices de arquitecturas que se veían reflejadas en fotografías con toda su majestuosidad. Irremediablemente me llamaba poderosamente la atención cómo podían construir edificios tan altos, como si los que los proyectaran, hacían realidad el estar más cerca del cielo; me imaginaba al artífice de aquella obra hablando con el altísimo (nunca mejor dicho).

Siempre he tenido curiosidad por qué los monumentos megalíticos eran y son básicamente columnas que sustentan un techo (un plano), como veo cuando paso por la Plaza de Dalí en Madrid, es como una especie de visera o boina que sustentan tres columnas, todo ello de roca granítica. 

Es como un recuerdo de esos dolmen que construían nuestros antepasados. Pero yo lo asocio a que aquellos pobladores de nuestras tierras, sentían la necesidad de construir el primer apartamento de la historia  -lo digo en tono irónico, naturalmente- , que ellos fueron los primeros en diseñarlo.

Bromas a parte, la actual arquitectura, está impregnada con experiencia de muchos oficios convergentes, y al final, podemos afirmar que son meramente obras  de escultura, como me gusta decir: una ciudad es bella cuando el conjunto de sus edificios ha moldeado el aire armoniosamente; en definitiva dicho conjunto es una escultura. Es como en las letras, también existe la poesía, que a mi modo de sentir, es la escultura de las palabras.

Creo que en los últimos tiempos se hace arquitectura como resultado de todas las artes que conocemos. Cuanto más me sorprende el ver una determinada obra arquitectónica, más pienso que estamos en una fase en la que el disfrute de lo bello nos arropa para que nuestras sensibilidades sepan que son todas las artes posibles las que nos hace disfrutar de la experiencia en la arquitectura.

Columna, escalera, plano, curva, pintura, poesía, música; satisfacción para nuestras vidas. Arte.

6 comentarios:

  1. Fíjate, Javier. Algunos materiales, como los aceros, tienen esa precisa y elegante elasticidad, que nos permiten pisarlos y se acomodan a nosotros sin decir ni pio.
    Gran post; tu post me hace recordar la tour Eiffel, primera estructura realizada con bulones y sin ningún tipo de soldadura; los parisinos no la querían, la odiaban, pero algo hubo de magia y esta torre se metió tanto en sus corazones, que años más tarde hubo que paralizar el proyecto de destrucción,debido a las enormes protestas. Qué magnífico post. Por cierto, los que creemos en ir sumando a base de demostrar que nadie nos va cambiar nuestra forma de ver la vida seguimos existiendo.
    Luis

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    1. Gracias Luis, tu comentario me hace reflexionar de nuevo en los grandes maestros.
      Un abrazo

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  2. Amigo Javier, eres un entusiasta del arte en general, me parece fantástico que sepamos
    apreciar el valor real arquitectónico de nuestras ciudades, el valor de la poesía, el de un buen libro, un film, una obra de teatro o escuchar a Mozart sus grandes sinfonías y otras maravillas más que hay para el deleite de un buen conocedor del arte, como lo eres tú.
    Tengo entendido amigo Javier que, toda aquella persona enamorada del arte en general, no puede tener malos sentimientos. El que ama a la música, la pintura, la ópera y disfruta con pasión de éste buen arte es incompatible con los malos sentimientos de un malvado. ¡ Repito, el amor y el disfrute por el arte, está reñido con los malos sentimientos, raras veces puede ocurrir lo contrario!.

    Un abrazo.

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    1. Amigo Vicente, sigo siendo un aprendiz de la vida, siempre aprendo algo nuevo; creo que es algo natural del ser humano, siempre buscando los misterios de la vida que en realidad están ahí, pero a veces no los apreciamos.
      Gracias

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